Por Karina Terán
Se presentó el libro Cartas a la primavera, del bailarín Shantí Vera, en la página de Facebook de DanzaUNAM, el 9 de abril de 2021, dedicado a la memoria de Nadia Vera (1983-2015), quien estuvo ligada a la danza de México y del mundo desde la ciudad de Xalapa, Veracruz, siendo la productora del Festival Internacional 4x4 durante seis años, de 2009 a 2015.
La palabra primavera en el título del volumen de la editorial Heredad, invita a notar el apellido de estos dos hermanos y la lectura de las cartas de Shantí Vera a Nadia es como un bálsamo delicado, casi fresco, para la ausencia de un familiar.
Vera comenzó a escribir el 23 de agosto de 2015, cuando se cumplieron los primeros 23 días de la pérdida de Nadia Vera por desaparición forzada, forma normalizada de morir en México. En su segunda carta, firmada el 25 de septiembre de 2015, podemos predecir que el escritor establecerá un ritmo de mes a mes de cartas a su hermana ausente. Sin embargo, esto no ocurre. En octubre, los impulsos de escribirle son reiterados y consecutivos, acumulando un conjunto de tres cartas en tan sólo 14 días de este mes, el tercero de su luto.
Shantí Vera es coreógrafo también, además de bailarín y escritor. En los últimos años ha estrenado las obras escénicas El cuerpo vacío (2017) y Disolver (2018), profesión cuyo sitio perceptual es muy particular para atravesar la experiencia de la muerte cercana. Percibe y registra en las cartas, como si fuesen revelaciones, otras danzas de criaturas que no son humanas, como las del viento. Escucha las danzas de la naturaleza, mientras quita el sobrepeso del suceso político trágico contra su hermana, ocurrido el 31 de julio de 2015 en la Ciudad de México. A través de la descripción poética de esas danzas, podemos notar la coreografía de su dolor.
¿Toda muerte es una sorpresa? nos hace preguntarnos este autor cuando leemos sus misivas al alma de Nadia.
En los subsecuentes noviembre, diciembre y enero de 2016, el coreógrafo retoma el ritmo de una carta al mes, presentándonos la personalidad valiente y libre de Nadia Vera, también antropóloga y activista. En febrero de 2016, quiebra de nuevo ese ritmo mensual, y se deja empujar 4 ocasiones a la silla para sentarse a escribir porque él está siendo un canal sensible del paisaje coreográfico de la muerte.
Para marzo de 2016, octavo mes del proceso de duelo, Shantí Vera ya ha escrito 13 cartas. La pérdida de su hermana paradójicamente le trajo a este artista (como él mismo escribe) “percepción, unidades de sensación y experiencias de atención”. A partir de ese momento, ha estado conectado con él mismo, la coreografía natural del entorno, la muerte y el contexto político mexicano.
En los meses siguientes, abril-mayo-junio, entre carta y carta existe mayor espacialidad. En julio de 2016, en el primer aniversario luctuoso, él ya ha escrito 17 cartas. Y, en agosto de ese mismo año, estrena la coreografía País Gravedad en el Palacio de Bellas Artes en honor a Nadia Vera, cuyas veraces fotos (de Paulina Cervantes y Rodrigo Valero-Puertas) ilustran el libro.
Durante los meses siguientes y hasta el año 2018, la prosa de las cartas se vuelve verso corto, u oración, o incluso una sola palabra, conformando un grupo de diez de estas formas poéticas breves.
La compilación de cartas también integra dos escritos de Esthel Vogrig, bailarina y coreógrafa cercana a Nadia Vera. Su reunión en un solo ejemplar fue creación del editor Rafael Mondragón y la ilustradora Hebzoariba Hernández.
Cartas a la primavera nos sensibiliza frente a la vulnerabilidad, que en cualquier lugar de México vivimos, y nos presenta al arte de la coreografía como recurso para la resiliencia. Puede adquirirse en el Fondo de Cultura Económica, El Sótano y en www.heredadpalabras.com, bajo el sello de esta editorial independiente nacida en septiembre de 2020, durante la pandemia.
Publicado originalmente en Proceso. Semanario de Información y Análisis, Ciudad de México, año 44, vol. 2321, 25 de abril de 2021, p. 70.
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