Margit Frenk es una de las grandes filólogas de nuestro tiempo. Es, además, una mujer generosa y sensible, que enseña el arte de la lectura a partir de una práctica cotidiana de escucha y conversación. Su confianza en el pueblo, la gente común, ha dado pie a una profunda exploración de las tradiciones populares del pasado y el presente que puso el acento en el protagonismo contrahegemónico de la voz femenina y hoy sigue inspirando a repentistas e improvisadores de México y el mundo. Su trabajo sobre las jarchas mozárabes demostró que desde tiempos antiquísimos la gente sabía crear y pensar al mismo tiempo en muchas lenguas y traduciéndose de una a la otra. Sus trabajos sobre la historia de la lectura han mostrado las relaciones fluidas entre oralidad y escritura, y puesto el acento en la capacidad de los grupos populares para apropiarse de los códigos letrados. Margit también ha sido una mujer comprometida con su sociedad y su tiempo y una "eterna moradora de los puentes" que ha hecho del exilio y la migración el punto de partida para una comprensión más respetuosa del mundo.

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Hace cinco años, con motivo del cumpleaños número noventa de nuestra querida maestra y amiga, algunos de sus estudiantes nos reunimos para hacerle un pequeño homenaje en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Invitamos a la gente cercana para quien sabíamos que Margit había sido una fuerte influencia. Buscábamos textos que hablaran de la relación personal entre ella y sus alumnos y no solamente de su trayectoria académica, pues sentíamos que este aspecto había sido cubierto en otros homenajes.

Hoy celebramos el cumpleaños 95 de Margit dando a luz un pequeño volumen que recoge algunas de las palabras dichas en aquel otro cumpleaños. El volumen fue diseñado por José Manuel Mateo. Circulará gratuitamente en Internet y se harán cien ejemplares fuera de comercio para circular entre los amigos de Margit.